Hoy continúo recorriendo Pichilemu urbano, esta vez visitando Villa Agustín Ross, Alto Las Cumbres, Alto Pucalán 1 y 2, y parte de Los Navegantes. A medida que recorro estas calles que me vieron crecer, no puedo evitar sentir una profunda emoción y también una conexión muy especial con las personas que lo habitan. En cada conversación, en cada saludo, me doy cuenta de cuánto compartimos los mismos anhelos y preocupaciones.
La seguridad es un tema que muchos me han señalado, y lo comparto plenamente. También está el deseo latente de contar con un hospital digno de una capital provincial, con más dignidad para nuestras familias. Sé lo que significa no tener acceso inmediato a una salud de calidad, lo he vivido en carne propia, y por eso lucho por un cambio que se sienta en lo cotidiano, en nuestras vidas.
Recorrer estos barrios me llena de nostalgia. Aquí, entre los cerros, solía volar volantines con mi papá y mis amigos de Los Navegantes. Son recuerdos que llevo en el corazón y que me impulsan a seguir trabajando con más fuerza por este lugar, por nuestra gente. Pichilemu no es un lugar cualquiera para mí, es mi hogar. Aquí crecí, aquí están mis raíces, y por eso quiero representarlos, escucharlos y buscar soluciones que realmente mejoren nuestra calidad de vida.
Gracias a todos mis vecinos por abrirme sus puertas y compartir sus inquietudes. Seguimos avanzando, con esperanza. ¡Por ti, por mí, por Cardenal Caro! Este 26 y 27 de octubre, vota M-103, vota Diego Grez para consejero regional.
