Pichilemu se encuentra en una etapa clave, una que se repite año a año. Somos un balneario reconocido no solo a nivel regional, sino también en todo el país, como uno de los destinos turísticos más destacados. Este prestigio, sin embargo, viene acompañado de grandes desafíos para el municipio y la comunidad, sobre todo ante el aumento constante de visitantes que recibimos cada verano.
El crecimiento del flujo turístico presenta no solo una enorme oportunidad económica, llevando el sustento que muchas familias necesitan durante el año, sino que también es una prueba de capacidad organizativa y de respuesta ante las demandas de los turistas y residentes. La gestión eficiente de áreas clave como residuos, seguridad pública e infraestructura vial resulta indispensable para asegurar que un período positivo para todos.
Es preocupante que, a pocos días del inicio oficial de la temporada estival, no se tengan claros los detalles del «Plan Verano 2025». Tradicionalmente, la temporada se lanza a mediados de diciembre, pero este año se ha sentido una falta de anticipación.
Uno de los problemas más evidentes durante la temporada alta es la acumulación de residuos. La implementación de un plan reforzado de recolección de basura es urgente. Esto implica aumentar la frecuencia de recolección en sectores con alta demanda y la instalación de puntos limpios que fomenten el reciclaje. Es igualmente importante una campaña educativa dirigida tanto a turistas como a residentes sobre la importancia del manejo responsable de los residuos.
Es preocupante que, a pocos días del inicio oficial de la temporada estival, no se tengan claros los detalles del «Plan Verano 2025». Tradicionalmente, la temporada se lanza a mediados de diciembre, pero este año se ha sentido una falta de anticipación que podría afectar la calidad de la experiencia turística.La seguridad es otra de las prioridades que el municipio debe abordar con determinación. Esto pasa por una coordinación efectiva con Carabineros y la PDI, así como el refuerzo de patrullajes municipales y la instalación de cámaras de vigilancia en puntos estratégicos. Estas medidas no solo ayudan a prevenir delitos, sino también a controlar aglomeraciones y garantizar un entorno ordenado y seguro.
El Plan de Seguridad Comunal 2022-2026 ya establece una hoja de ruta, pero requiere una actualización constante y la ejecución oportuna de las acciones definidas. Es fundamental que el municipio use los recursos disponibles de manera eficiente para brindar tranquilidad tanto a los visitantes como a quienes vivimos en Pichilemu. La presentación realizada en la sesión del Concejo Municipal este martes por el encargado de Seguridad del municipio desnudó la urgente necesidad de mejorar y hacer más eficiente el servicio que dicha repartición debe prestar a la comunidad.
El aumento del tránsito vehicular y peatonal es otro desafío que debe resolverse con urgencia. La reparación de calles, la adecuación de estacionamientos y la mejora de los accesos a las playas son acciones prioritarias.
Para que Pichilemu siga destacándose como destino turístico, es vital un trabajo conjunto entre el municipio, la comunidad y el sector privado. Solo así podremos garantizar un verano ordenado, seguro y atractivo. Es el momento de que el municipio lidere con fuerza y coordine los esfuerzos para lograr el éxito de la temporada estival.