Hoy, a 51 años del golpe de Estado, recordamos con profundo respeto a quienes en Cardenal Caro y todo Chile defendieron la democracia y los derechos humanos. Su lucha, que sigue resonando en cada rincón de nuestra provincia, nos recuerda que ningún conflicto o crisis política puede resolverse con violencia o represión. El legado de quienes resistieron es un llamado permanente a cuidar nuestra democracia y a no permitir que el miedo y la opresión vuelvan a silenciar nuestras voces.
El golpe de Estado no solo afectó a las grandes ciudades, también trajo profundas heridas a las zonas rurales como Cardenal Caro. La represión y el abandono estatal que vivimos durante la dictadura agravaron la pobreza y el aislamiento, marcando una época de estancamiento y postergación. La marginación que sufrimos bajo el centralismo de aquellos años, y que en cierta forma se ha mantenido en los regímenes democráticos, aún deja cicatrices en nuestro territorio.
Hoy, los derechos humanos y la democracia deben ser siempre nuestra guía. Debemos seguir luchando contra las desigualdades que aún nos afectan, y comprometernos a construir una provincia y un país más unido y respetuoso de todas y todos, sea cual sea su posición política. Que este aniversario sea una oportunidad para renovar nuestra fe en los valores democráticos, y para asegurarnos de que nunca más las armas ni la violencia reemplacen al diálogo y la paz en nuestra patria.
FOTO: Portada del diario La Región de San Fernando del 11 de septiembre de 1973.